El contexto económico global es quizá el más propenso para que México sobresalga como destino de inversión, innovación y producción estratégica. Dentro del trabajo existente en México por parte del gobierno, la estrategia de atraction de inversiones, va más allá de sólo las actividades destinadas al gobierno federal. Es necesario tener una visión nacional distinta para poder atraer y potenciar, dentro y fuera, la prosperidad de sectores estratégicos. Dicha visión debe apelar a valores globales que tengan consonancia nacional.
La visión nacional de futuro debe estar alineada con los deseos y aspiraciones de los mexicanos. Internacionalmente existen búsquedas de prosperidad, como lo son la Estadounidense a favor de la estabilidad climática mientras que por otro lado la de apertura económica ahora enarbolada por la República Popular de China. Aparte de las anteriores hay aquellas visiones que retan ideas de siglos, como lo es la batalla Israelí contra el envejecimiento. Entre todas estas aspiraciones se pueden generar visiones de país distintas que nos permitan crecer y florecer socialmente.
México está en posición de establecer un nuevo equilibrio en términos eléctricos y de salud. El país cuenta con suficientes deseos de inversión y capacidad de producción potencial que puede satisfacer demandas eléctricas nacionales e internacionales. Si bien, existen múltiples retos en términos normativos cómo de visión a 100 años de lo que la electricidad podría ser… México tiene el potencial para desarrollarse con una visión nacional como punta de lanza global.
En términos de salud, los activos actuales con los que cuenta nuestro país para atender a la población son suficientes para pensar en coberturas totales para igualar los niveles de bienestar de los mexicanos. Atajando como se ha hecho anteriormente, padecimientos directos como son la diabetes y enfermedades cardiovasculares, la esperanza de vida nacional se debe elevar. El trabajo de décadas casi un siglo en términos de salud nacional es loable mientras que puede ser aprovechado para realizara los objetivos donde la riqueza que se distribuye a pocas manos actualmente, pueda permear a múltiples PYMEs mexicanas.
Generar una visión donde tengamos un sistema eléctrico de exportación pasa por pensar más allá de lo actualmente posible. La exploración de tecnologías de punta y de futuro es clave para reposicionar a la industria que esta falta de credibilidad. Actualmente menciono dos proyectos. El primero que puede tener efectos climáticos REALES, que es el impulso de nuevos reactores nucleares, más allá de aquellos diseñados bajo la lógica de turbinas con agua. Este proyecto puede generar un enorme potencial de innovación, y a través de una intervención normativa, establecer en México el cluster global más importante de innovación nuclear. El segundo se refiere a la tecnología visionaria de transmisión de energía desde el espacio. Dicho proyecto actualmente se encuentra en exploración en diversas partes del mundo y en especial el Reino Unido se ha comprometido a impulsarlo de manera geopolítica, dejando a múltiples potencias fuera. Ahora bien la salud nos permite explorar un bien común intangible para los mexicanos.
La aspiración de México debe ser lograr mexicanos de 100 años con calidad de vida. La critica mecánica radica en criticar un objetivo noble más allá de resolver problemas de menor plazo. Aunque en un razonamiento más profundo, una aspiración compleja y a la que cualquier ser humano puede identificarse, atrae talento, recursos y pasión. Dicha aspiración, “centenarios mexicanos”, tiene la bondad que empuja desde la investigación nacional y sistemas de salud a que al unísono trabajen y tengan una lucha común. Siempre existen críticas al pensar en grande, es necesario subir el nivel de aspiración a un sueño común. Uno que quizá ya no existe socialmente en México.
Promover a nuestro país para atraer oportunidades globales requiere de soñar en grande. El México de los grandes proyectos es ahora. Cuestionar múltiples estructuras de dominación, favorece pensamientos de desarrollo y prosperidad para el país y la región. Mientras que vientos huracanados afectan a diversas regiones de la tierra, nuestro país puede ganar.